El desayuno es el empujón que nos ayuda a empezar el día con energía. Con vistas al mar, acompañado de frutas, servido en tostadas o con prisas. Nuestra comida favorita del día puede ser saboreada en distintas circunstancias, pero siempre, la que nos gusta un poco más suele escribirse como fuera de casa.
Cuando desayunamos fuera sólo puede significar 3 cosas: es nuestro día libre, estamos de viaje o es un día especial. Hay quienes desayunan a diario en cafeterías porque su trabajo lo permite, pero cuando hablamos de desayunar, hablamos de hacerlo bien. Sin prisas, pudiendo dejar que pasen las horas, dando un bocado más o tomando varios cafés si nos lo pide el cuerpo.
Dicen que el Patio del Posadero tiene el mejor desayuno de Córdoba


Besayunos del Patio del Posadero: una experiencia que probar en Córdoba
Se componen de una parte salada y una dulce.
Primero nos recibieron con un zumo natural de naranja, mandarina y jengibre. Además de café y kefir casero que preparan ellos.
Nunca antes había probado el kefir. Es uno de esos productos de moda en el realfooding que siempre tienes en la mente probar, pero ese momento se alarga se alarga en el tiempo. Me sorprendió gratamente. Por lo que tengo entendido suelen ser bastante ácidos, pero este en concreto no lo estaba. Tampoco dulce. Estaba en el punto perfecto.
El café que sirven tampoco suele ser el mismo, ya que varían la región cada X tiempo.
Poco después empezaron a llegar los platos dulces: cookies de chocolate y avena (¡buenísimas! 🍪) y cheesecake versionada. En lugar de servir una tradicional tarta de queso, ellos optaron por deconstruirla y crear su propia versión.
Crumble, queso crema, mermelada de frutos rojos… 😋 ¡Ya puedes imaginar cómo estaba la cheesecake! Creo que la foto habla por sí sola 👇


Este besayuno no es el típico desayuno que comerías un día normal. Es contundente y necesita ser saboreado poco a poco. Es un desayuno para ser disfrutado. Como esos momentos de café con amigos tan representativo en la cultura sueca que se conoce bajo la palabra fika. Disfrutar en compañía de las pequeñas cosas.


Llegados a este punto, mis expectativas estaban tan altas que era poco probable que la parte salada me gustara más que la dulce. Pero lo hizo. ¡Vaya que si lo hizo!
Primero una quiche de calabaza, y después el LA MEJOR PARTE DEL DESAYUNO: pan gallego, aceites de la zona, tomates y jamón serrano. Y tú te estarás preguntando “¿qué tiene de especial eso?”.
Pues, vamos a ver, ¿existe algo mejor que empezar el día con unas tostadas de tomate y jamón frente a una chimenea? Obviamente no.
Vale que el día ya había empezado hace unas horas y que ya habíamos comido un poco antes, pero tenía todos los elementos para ser perfecto. Tomatitos cherry con aceite y sal, jamón de Los Pedroches y aceite de Córdoba y Jaén.
A día de hoy lo recuerdo y se me hace la boca agua 🤤
¡Espero que este artículo te haya dado una razón más para conocer y visitar Córdoba! 😊